REFORMA MILITAR Y POLICIAL EN EL GOBIERNO

DEL GENERAL RAFAEL REYES

 

Cumplo con la generosa invitación del señor B.G. Guillermo León Diettes Pérez, para hacer un breve comentario sobre uno de los temas tratados en el libro de mi autoría “Siguiendo los Pasos de Rafael Reyes Prieto, el mejor Presidente del siglo XX”, que acabo de publicar.

Uno de los objetivos del gobierno del general Reyes, fue el de la reconciliación nacional entre los partidos políticos y el reconocimiento de los derechos políticos de las minorías. Reyes, entonces, se dio a la tarea de organizar y reformar al Ejercitó para darle categoría de cuerpo armado, estable, profesional y apartidista, con una jerarquía establecida en los ascensos.

Durante los años 1907 y 1908, dispuso apoyo logístico y capacitación profesional, para el mejoramiento de las fuerzas militares y de la policía existente.

Fundó las Escuelas Militar y Naval de Cadetes, con la dirección de misiones chilenas, capaces de garantizar la formación ideal de genuinos oficiales.

Consiente de la importancia de la Policía Nacional como institución de naturaleza civil capaz de garantizar los derechos y libertades públicas, garante de la convivencia y la paz, se preocupó por el mejoramiento de la seguridad social de su personal y para ello dispuso recursos económicos suficientes para la ya existente “Caja de Gratificaciones y Recompensas de la Policía”, que hoy se denomina “Caja de Sueldos de Retiro de la Policía Nacional”.

Institucionalizo la Gendarmía Nacional dependiente del Ministerio de Guerra, al igual que una milicia nacional, con un gran incremento de personal. En 1906, después del atentado de Barrocolorado que sufriera el general Reyes y su hija Sofía, dictó una ley urgente de Alta Policía, otorgando facultades extraordinarias para prevenir y reprimir los delitos contra el orden público y evitar los crímenes de carácter político.

Creó un grupo policial para reforzar la prevención de los delitos de falsificación de moneda y tráfico de esmeraldas, al igual que una comisión de abogados para elaborar el código nacional  de  policía; estableció comisiones de policía judicial; asignó funciones de jefe de estaciones de ferrocarril a miembros de la policía con el grado de agentes de primera clase.

Para controlar la deserción escolar apeló a la acción policial con funciones de perseguir a los evasores de las aulas estudiantiles e identificar a los jóvenes dedicados a la vagancia y a los vicios.

También organizo la policía de correos, encargada de proteger a ciudadanos y propiedades y de auxiliar en muchos casos la distribución oportuna de encomiendas y valores.